Capítulo 53 —El frío metal
Narrador:
Liam respiraba pesadamente, sus ojos clavados en los de Maya con una intensidad abrasadora. Ella también jadeaba, su pecho subiendo y bajando con rapidez, sus labios entreabiertos, sus pupilas dilatadas por la furia… o por otra cosa. Él no lo pensó más. Con un solo paso, acortó la distancia entre ellos, atrapándola entre su cuerpo y el auto. Sus manos aferraron su cintura con una fuerza que bordeaba la desesperación, y sin darle oportunidad de reaccionar, sus labios se estrellaron contra los de ella en un beso que no pedía permiso, que no tenía paciencia ni dulzura, solo urgencia y necesidad. Maya gimió contra su boca, sus manos buscando a tientas su nuca, enredando los dedos en su cabello, apenas tuvo tiempo de procesar el cambio en la mira