Harvey Sage le entregó el teléfono a Nicole, sin expresión alguna.
Nicole dijo: “Gracias”.
“De nada”.
Era una llamada de Clayton, así que Nicole contestó.
“Señorita Bonita, ¿estás trabajando horas extras? ¿Quieres que te recoja?”.
Nadie podía resistirse a la voz cariñosa e infantil del Pequeño Michael cuando empezaba a hacerse el tierno.
Ella sonrió suavemente con los ojos. “Tengo que asistir a un evento, así que no puedo ir a casa todavía. ¿Ya comiste, Michael?”.
“¡Ay no! ¿Qué debería hacer? No podré comer si no puedo verte, Señorita Bonita...”, murmuró el Pequeño Michael con tristeza.
Nicole estaba desconsolada y estaba a punto de tratar de persuadirlo para que fuera a comer cuando una voz madura y suave se escuchó.
“No escuches sus tonterías. Él todavía no ha cenado, pero devoró todos los bocadillos que le pediste a Logan que enviara acá…”.
El tono de Clayton sonaba un poco impotente.
El Pequeño Michael replicó: “Todavía estoy creciendo, así que ¿qué hay de malo en comer