(enero 26, 2019 Nueva York, N.Y)
(Olga Rostoff)
Hoy es la subasta, todo está muy cuidado para evitar problemas y tengo casa llena, vinieron todos los invitados y de las clientes habituales también se anotaron.
Cuando llego la hora, las meseras con sus uniformes entallados y sus antifaces circulaban sirviendo a los clientes mientras comenzaba la subasta. La subasta se llevó a cabo sin problemas y el personal fue a llevarse a las chicas poniéndolas en sus habitaciones tras registrar en que habitación estarían, a fin de que una vez el comprador pagara, se le diera el número de celda de su compra.
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