Capítulo 3 El número anónimo
A las cinco de la mañana, Shantelle, con ojeras en la cara, estaba haciendo las maletas. Iba una y otra vez al armario, tratando de decidir qué llevar consigo. Evan le había comprado algunos vestidos. Aunque estaban en un matrimonio sin amor, de una u otra manera, él no era tan malo en ella.

"Creo que es mejor no llevar nada que me recuerde a Evan…", murmuró ella y luego siguió empacando solo lo que había comprado con el dinero de su padre.

Cuando terminó de hacer las maletas, llamó al chófer de su padre y le pidió que la recogiera. Fue entonces que leyó más detenidamente las condiciones de su divorcio. Leyó una vez y luego dos veces, hasta que se le entró finalmente en la cabeza.

"Te vas a divorciar, Shanty. Te vas a divorciar", repitió ella. "No llores más. Llora más tarde, cuando estés en casa".

"Diez millones de dólares…". Leyó nuevamente. Evan le daría diez millones de dólares como pensión por aceptar los términos del divorcio.

Shantelle tachó la parte que decía “pensión” y puso su firma en la corrección. Después, firmó cuidadosamente cada página hasta que llegó a la última parte del contrato.

Sintió que se le clavaba un cuchillo en el corazón cuando escribió su firma junto a la de Evan. Por un momento, se preguntó cuándo él había firmado el contrato.

Cuando Shantelle terminó, sus manos temblorosas colocaron los papeles en la mesa y se quitó su anillo de matrimonio con mucha tristeza. Las lágrimas querían caer de sus ojos nuevamente, pero se contuvo.

Shantelle se permitió unos minutos para asimilarlo todo. Mientras estaba sentada en la cama, su teléfono vibró. Inmediatamente, supuso que era el chofer de su padre.

Para su sorpresa, resultó ser el mismo número anónimo que le había estado enviando mensajes sobre la aventura de Evan y Nicole. Sin embargo, esta vez el mensaje fue más audaz.

Sus ojos se abrieron de par en par ante el mensaje y su corazón se aceleró.

En su pantalla había una foto de Evan tomando café en un comedor desconocido. Por la foto, Shantelle podía darse cuenta que Evan acababa de despertarse. Llevaba el pelo revuelto y su atuendo habitual de oficina, pero arrugado.

El mensaje de su teléfono decía: [No importa lo que hagas, volverá conmigo. Él nunca te quiso. Ríndete].

La cara de Shantelle se volvió pálida. No podía creer lo que sus ojos veían. Al parecer, la misteriosa persona que le había dado las pistas sobre la infidelidad de su esposo no era otra que la mismísima Nicole Lively. ¡Qué descaro!

Se quedó con la boca abierta y recostó su cabeza hacia atrás sobre las sábanas. Reía y reía mientras se le salían las lágrimas.

Después de lo que parecieron ser diez minutos de reír y llorar a toda fuerza, respondió al mensaje diciendo: [Así que fuiste tú todo el tiempo, Nicole. Nunca lo habría adivinado. Bueno, puedes quedártelo. Me rindo].

En cualquier caso, Shantelle ya había firmado los papeles del divorcio y aceptado sinceramente que Evan no la amaba.

Durante unos segundos, se quedó pensando en qué hacer. Aún así, pensó que era necesario que Evan supiera lo que Nicole había hecho. Tomó una captura de pantalla del mensaje de Nicole. Luego se lo envió a Evan.

Shantelle le escribió: [Acepto el divorcio. Puedes quedarte con tus diez millones de dólares. No necesito el dinero, Evan. Soy Shantelle Scott, hija del mundialmente reconocido cardiocirujano, el doctor William Scott. Gracias por todo Evan, y lo siento. Lo siento por todo].

Antes de marcharse, Shantelle se aseguró de que Evan recibiera su mensaje con claridad. Escribió notas adicionales en su carta:

[Por cierto, taché lo de la pensión y la refrendé. Como dije en mi mensaje, no tienes que darme dinero. Y, lo siento por enviarte el mensaje con la foto. Pensé que debías saberlo].

La siguiente llamada que recibió fue la del chofer de su padre. Echó un último vistazo a su habitación antes de abandonar su casa marital para siempre.

La noche anterior, en una sala privada de un club exclusivo, Evan estaba pasando tiempo con sus amigos. Sus ojos marrones se entrecerraban ante su bebida. Sus mandíbulas perfectamente esculpidas y ligeramente barbudas se apretaron antes de tragarse todo un vaso lleno de licor fuerte.

Tras dejar el vaso sobre la mesa, se pasó los dedos por su cabello castaño oscuro y anunció: "Voy a divorciarme de Shantelle".

El ambiente de la habitación se tensó, pero pronto, uno de sus amigos, Sean, preguntó: "No me lo creo. ¿Hablas en serio, Evan?".

"Está hablando en serio. Todos sabemos que siempre ha estado celoso de nuestra vida de solteros", comentó Wendell, quien seguidamente se tragó un vaso lleno de licor.

"¿Qué está pasando?". Keith llegó al lugar, curioso por saber el motivo de la reunión.

Sean Ross, Keith Henderson y Wendell Franco habían sido buenos amigos de Evan desde la secundaria. Se separaron cuando fueron a estudiar en universidades diferentes, pero siempre mantuvieron el contacto entre ellos.

Sean y Wendell fueron los primeros en mirar a Evan. Al ver que estaba bebiendo seriamente su licor, Wendell reveló: "Evan se divorciará de nuestra hermosa Shanty".

"¿Qué?", preguntó Keith mientras fruncía el ceño. Se sentó junto a Evan y se sirvió un vaso de licor. "¿Por qué?".

"¿Por qué no?", respondió Evan. "Hace dos años no quería casarme. En ese entonces tenía veinticinco años, era la mejor época de mi vida. Tenía muchos planes. Fue todo por culpa de mi padre, pero ella tuvo que meterse también. ¡Ella no es tan inocente!".

Sean preguntó: "¿Pero pensé que estaban bien el año pasado? ¿No salían de vez en cuando?".

"Solo unas cuántas veces. Algunas citas fueron solo una fachada para apaciguar a mi padre". Evan se burló. Su respuesta era su forma de justificar su decisión. "Simplemente lo estaba soportando. Pero ahora que mi padre ya no puede manejar la empresa, no tiene más remedio que darme todo el poder. Ahora soy libre de tomar mis propias decisiones".

Evan agregó: "Además, ¡ya estoy harto de que esté constantemente celosa e insegura!".

Los cuatro amigos guardaron silencio un momento, pero finalmente, Keith preguntó: "¿Acaso es por Nicole Lively?".

Wendell dijo: "No lo sé, viejo. Quiero decir, últimamente has pasado tiempo con Nicole. Además, se lo ocultaste a Shanty. Es natural que esté celosa".

"Con quién me haga amigo no es asunto suyo", señaló Evan secamente, y luego se dio el gusto de beber otro vaso de alcohol. "¿De qué lado estás?".

La temperatura de la habitación bajó al instante. Sean tardó unos minutos y se tomó unas cuantas copas más antes de romper el hielo. Preguntó: "¿Así que solo quieres ser amigo de Nicole? ¿O acaso piensas convertirla en tu novia después de divorciarte?".

Evan lo pensó profundamente. Ese era su plan antes de verse obligado a casarse. Muchas cosas habían cambiado en este tiempo, pero, por supuesto, seguía sintiéndose responsable del bienestar de Nicole. Sin embargo, no estaba seguro de cómo se sentía al respecto.

A pesar de sus dudas, respondió: "¿Por qué no? Traje a Nicole a Rose Hills hace dos años con esa intención".

Evan se percató inmediatamente de las diferentes expresiones de sus amigos. Keith se burló. Sean se rio. Wendell se mordió el labio. Más que otra cosa, se le llenó el corazón de irritación.

Evan les lanzó una mirada intimidatoria mientras preguntaba: "¿Qué demonios les pasa a todos?".

"Nada, Evan. Es solo que…". Sean miró cautelosamente a Wendell y Keith. Cuando confirmó que todos compartían los mismos pensamientos, dijo: "No te entendemos, Evan".

Keith asintió. Él, por su parte, conocía a Shantelle y a Evan desde que eran jóvenes. Evan apreciaba a Shantelle y sus familias siempre decían que acabarían juntos. Pero todo cambió cuando un día él llegó a casa y trajo a Nicole Lively.

"¿Cómo que no me entienden?", preguntó Evan con voz severa.

"Pues sí, ellas se parecen, pero si te fijas bien, son muy diferentes. Y no hablo solo de la apariencia, me refiero a todo lo demás: el lugar de donde viene Shantelle, su carácter". Sacudiendo la cabeza, Keith dijo: "Déjame enseñarte, Evan". Con la mano izquierda levantada por encima de su cabeza, dijo: "Esta es Shantelle". Luego, bajó la mano derecha por debajo de la cintura y dijo: "Esta es Nicole Lively".

Keith continuó con tono sarcástico: "Esa es la diferencia entre las dos. Cualquier hombre querría a Shantelle por encima de Nicole. No entendemos cómo puedes querer a Nicole por encima de tu mujer".

"¡Entonces!", gritó Evan. "¡¿Por qué no te casas tú con ella?!".

Enfurecido por la idea de su amigo, Evan empujó las botellas de licor fuera de la mesa, derramando el líquido sobre el piso. Se levantó, se arregló el abrigo y se dispuso a marcharse.

Justo cuando sentía que escuchó suficiente de sus amigos, Keith le respondió: "¿Estás seguro, Evan? Porque si tú no estás interesado en Shanty, ¡yo estaría más que encantado de perseguirla!".

La idea de que Keith cortejara a su mujer le llenó el corazón de furia. Keith era un infame mujeriego. Salía con mujeres a diestro y siniestro. No se merecía a alguien como Shantelle. Él respondió: "¡Ni se te ocurra!".
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