Capítulo treinta y nueve: Has cruzado la línea de no retorno
"Narra Harry Mascherano"
Siento que me arde el centro del pech0. Me falta el aire, las venas no oxigenan mi cuerpo y la visión comienza a tornarse borrosa.
Mis ojos exteriorizan la oscuridad en mi alma que se come todo a su paso y cuando ella ve mi rostro inyectado en ira, se paraliza, aunque sin renunciar a su desafío. Se da cuenta de cuánto me ha provocado, lo que ha hecho y simplemente se queda ahí, delante del público con los pezones poniéndose duros de saberse observados por mí.
La p0lla me late entre las piernas y tomo la bandeja del camarero que tengo al lado para beber dos copas de golpe.
¡La mato!
¡Hoy la empotro hasta que grite por miedo a morir debajo de mí!
Bajo la vista hasta su pelvis y la veo tan depilada, tan perfecta y recuerdo lo apretada que es, lo húmeda que sé que debe estar y lo mucho que la deseo y reviento la copa en mi mano llamando la atención de más de un invitado.
—Cuando se baje del escenario