41. Fantasías o recuerdos
En cuanto la voz de Mort llegó a mis oídos me giré de inmediato, estaba ahí parado siendo perfecto como siempre al lado de Roberto, al verlo no pude evitar sonreír y que mi mal humor desapareciera.
— Encárgate de él por favor, Mort, y en cuanto a ti...– me giro para ver a Jair.– Por la paz, ¡ya aléjate de mí!.
Me voy a mi escritorio, Jair intenta seguirme, pero el brazo fuerte y firme de Mort lo toma del abrigo y lo arroja lejos de mí para, a continuación, sacarlo a empujones del lugar.
— Valeria, por favor, escúchame, Roberto miente de seguro, no sé que te dijo pero es mentira.
— Ya cállate y sal de aquí.
Mort sacó a Jair de la oficina, saliendo junto con él para escoltarlo a la salida probablemente, dejándonos a Roberto y a mí en la oficina, me empiezo a masajear las sienes, mi cabeza duele un poco.
— Ahora tengo a Jair como enemigo yo también.
— Lo siento, no tenía en mis planes revelarle que estabas jugándole sucio, me imagino que fue una noticia impactante para él, pero mi