Entraron a la oficina de Tera y allí, Henry sacó un juego de llaves de una caja fuerte que estaba colocada en la oficina y a la cual sólo él tenía acceso.
Del mismo lugar sacó unas vendas.
-Date la vuelta para colocarte esto en los ojos, para que la sorpresa sea más especial.
Ella nerviosa accedió a la petición, y concluyó que él acostumbraba a hacer eso y que era una especie de ritual para él pues lo notaba serio y hasta tenso. Tera imaginó que allí había llevado a todas las asistentes que había tenido en su vida.
"Quien sabe cuántas habrán sido, qué habrá en ese lugar y ¡qué les hacía!". Pensó Tera muy nerviosa y rogándole a su madre que la protegiera.
Bajaron unas escaleras y Henry la ayudaba a bajar cada escalón, alrededor de 15 escalones bastante inclinados.
Tenía su minifalda y tacones dificultándole bajar las escaleras. Tera sentía a Henry sudado y caliente.
Ella estaba asustada pero ansiosa. Lo bueno de todo era que ella estaba segura que Henry era incapaz de hacerle daño.
Al