- Alessia, ¿te vienes con nosotros?.

Alessia, estaba sentada en su asiento en el aula de la universidad de Padua, cuando sus amigos y amigas le preguntaron.

Alessia giro su cabeza a la izquierda y respondio.

- ¡Claro!, vamos.

Alessia se puso de pie, agarro su bolsa que estaba encima de su pupitre y todos comenzaron a caminar afuera de la universidad.

Mientras se dirigían hasta la casa de Alessia, ya que era la que mas cerca vivía de los cinco, se encontraron a un lado de la vereda a una persona.

La cual parecía ser un vagabundo, ya que su ropa estaba toda sucia y desgarrada, era repugnante.

Bueno, eso pensaban los amigos de Alessia, pero Alessia tenia otra opinión.

El vagabundo estaba pidiendo limosnas, los amigos de Alessia no le prestaron atención al pobre vagabundo, ya que ellos despreciaban a las personas pobres y sin recursos.

Todo gracias a que sus familias tenían bastante dinero.

Pero Alessia era completamente diferente a ellos.

Al ver la actitud de superioridad de sus amigos, Alessia se acerco al pobre y apestoso vagabundo y le entrego un billete de 10 euros en sus manos.

El vagabundo al sentir que le dejaron algo en la mano, se sorprendió al ver un billete de 10 euros en sus manos.

Estaba muy feliz y sorprendido, ya que nadie nunca le había dado tanto dinero.

Alzo su mirada para ver el rostro de la persona que fue tan generosa con el.

Su sorpresa fue tan grande al ver a una muy bella joven, la cual lo miraba con ternura y tenia una sonrisa radiante que ilumino el corazón del pobre vagabundo.

- Toma, con esto ya podrás comer muy bien hoy dia.

Las palabras de Alessia hicieron que el vagabundo soltara un par de lagrimas.

- Gra.....gracias.....muchas gracias seño....señorita.

-De nada, espero que lo disfrutes, ya me voy, adios.

Alessia se levanto y camino para alcanzar a sus amigos, los cuales la estaban esperando a unos metros mas adelante de donde se encontraba el vagabundo.

- Alessia, ¿por qué le diste dinero a ese vagabundo?.

- ¿Qué tiene de malo que le de algo de dinero a una persona que lo necesita mas que yo?.

Al escuchar el regaño que Alessia les dijo, todos se quedaron en silencio y siguieron sus caminos.

Por otro lado.

El vagabundo se habia guardado el dinero que le habia dado la hermosa joven, lo guardo en unos de los pocos bolsillos que aun tenía buenos.

Despues de guardarse el dinero, se puso de pie y dirigío su mirada a la dirección donde se había ido la chica acompañada de sus amigos.

Solo pudo quedarse viendo la esbelta figura de la hermosa joven que desaparecía a lo lejos, sin poder decir ni una sola palabra.

Se sentia un poco triste, ya que ni siquiera supo su nombre, eso lo desánimo, pero al menos sabía donde estudiaba, a si que decidio que todos los días iba a estar cerca de la entrada de la universidad, solo para poder verla aunque sea de lejos.

Agarro su bolsa que tenía en el suelo y comenzo a caminar hasta una tienda para poder comprar algo para comer.

Pero en todas las tiendas a la que el iba, lo trataban muy mal y lo despreciaban por ser pobre.

Hasta que llego a una tienda muy humilde, la cual parecia que recién estaba empezando.

Así que fue a preguntar y para sorpresa del vagabundo.

La señora que atendía en la tienda lo trato muy bien.

Se trataba de una mujer ya un poco mayor, de unos 74 años.

El vagabundo agarro unas cuantas cosas de la tienda y procedio a pagar.

Pero para su sorpresa, la señora mayor ya no estsba atendiendo, al contrario, estaba en su lugar una joven muy hermosa, la cual a simple vista pareciera tener unos 23 años.

Ya un poco nervioso y con miedo apagar

Se armo de valor y camino a donde estaba la joven, para poder sus alimentos.

Dejo todo lo que había agarrado, encima de la mesa, el ya se estaba preparando para ser insultado por la joven, pero para su sorpresa, la joven resulto ser muy amable y lo trato como a cualquier otro cliente mas.

Lo cual conmovió el corazón del vagabundo.

El joven vagabundo pagó todo lo que había comprado y procedió a irse de la tienda, el iba a seguir yendo bastante seguido a esa tienda.

Con todo lo que habia comprado, tuvo que pagar unos 6 euros por todo lo que había comprado.

Los cuatros euros que le habían sobrado, los guardo para algo que tenía en mente.

Con lo que tenía, el regreso a donde estaba durmiendo, era debajo de un puente.

El siempre pasaba mucho frio todas las noches, ya que no tenía nada que lo abrigara. 

Solo tenía unos cuantos periódicos.

La vida del joven vagabundo era muy asquerosa y horrible.

No tenía família alguna, siempre era despreciado por la gente donde sea que estuviera.

Además de ser golpeado por una pandilla de gente sin oficios y drogadictos, los cuales siempre que lo golpeaban, terminaban quitándole todo el dinero que había conseguido ese día.

Era un completó infierno, pensaba que no había buenas personas en esta ciudad o el mundo, pero pudo encontrar a 3 personas que por primera vez en su vida lo habían tratado como si de verdad importará.

Eso hizo que se sintiera emocionado y con mas ganas de vivir y seguir adelante en esta cochina vida.

A la mañana siguiente, era domingo y los estudiantes universitarios no tenían clases.

Por lo cual, el vagabundo decidió ir a otra parte para lograr conseguir mas dinero posible para poder lograr lo que tenía en mente para la jovencita que había sido amable con el.

Se sento enfrente de una de las mas importantes empresas de Autos del mundo, Automotors Roodstail. 

Es la mas importante fabrica de autos de la ciudad de Padua y una de las mas importantes del mundo.

El vagabundo se detuvo enfrente de esa empresa para poder conmover el corazón de la gente que pase por ahí, y así poder conseguir un poco mas de dinero.

No era su mejor día, mucha gente paseaba por toda esa calle, pero muy pocos se acercaban a el para ofrecer su ayuda, y las que lo hacían, solo dejaban unos pocos céntimos.

Lo cual era decepcionante, ya que la mayoría de las personas que circulaban por ahí eran personas que tenian un alto nivel social.

Mientras seguía recolectando un poco de dinero, un guardia de la empresa se acercó a donde estaba el joven vagabundo y le dijo.

- Señor, lo siento mucho, pero no puede quedarse aquí, ¿podría abandonar el lugar?, por favor.

El guardia hablaba muy educadamente con el joven, no era para nada grosero.

Eso le agrado al joven vagabundo, el cual sin armar ningun tipo de relajo, se retiró  tranquilamente del lugar y se regresó debajo del puente, no sin antes comprar algo para comer con el dinero había recaudado antes.

Como era de costumbre para el, lo que sobro lo guardo y junto con el resto que ya tenía ahorrado.

A la mañana del lunes, Alessia se levanto de su cama y de inmediato entro a la ducha de su cuarto para bañarse.

Despues de unos minutos, salió de la ducha y comenzó a vestirse para ir a la universidad.

Cuando salió de su casa para dirigirse a la universidad, pero cuando salió se encontró a sus amigos esperando afuera de su casa para ir juntos a la universidad.

- Buenos días a todos.

Todos los amigos y amigas de Alessia tambien la saludaron y se pusieron a caminar ya que estaban cerca de la universidad.

El vagabundo ya se había levantado y se apuro a ir lo mas rapido posible a la universidad, para poder ver a la hermosa joven del otro día.

Cuando llego a la entrada de la universidad, se escondió detras de un poste de luz para poder espiar a la joven sin que ella se de cuenta.

Despues de esperar por varios minutos, ya se estaba deprimiendo al ver que la joven no aparecía.

"¿Sera que ya había llegado antes que el?".

Eso fue lo primero que se le vino a la mente.

Pero todas sus dudas desaparecieron en un instante al ver a lo lejos, la bella y escultural figura de la hermosa joven que se acercaba a lo lejos.

Pero no venía sola, venía acompañada de sus cinco amigos y amigas.

El joven vagabundo tenía ganas de el día de hoy poder hablarle a la joven y poder agradecerle como es debido.

Pero como iba acompañada prefirió evitar hablarle para que los amigos de la joven no lo desprecien enfrente de ella.

Solo pudo quedarse escondido detras del poste, conformandose solo con verla a lo lejos.

Cada vez que la veía, sus ojos brillaban de felicidad y se enamoraba cada vez mas a cada segundo que la veía.

Alessia y sus amigos estaban platicando, cuando uno de ellos le hizo una pregunta a Alessia.