Alexia se pone en alerta, puede sentir el miedo que Lauren sintiendo en este momento. Déjalo último libro dentro de la caja y se pone instintivamente frente a ella, mientras escucha que su padre subir las escaleras crujientes.
—Luna, estará todo bien, te lo prometo. Armaremos las cosas y nos largamos de aquí.
—Eso no será tan fácil.
El exalto de la puerta abriéndose y azotándose contra la pared es lo que hace que el pecho de Lauren salte en su lugar, comenzando a sentirse terriblemente. Ella siente que volvió el pasado cuando llegaba cada noche y le exigía que le cocinar o cuando venía a reclamar de que la casa estaba sucia o cualquier excusa que le justifique porqué estaba tan enojado con ella.
Alexa intenta contener su ira lo más que puede, ella está a punto de saltar sobre el hombre y arrancarle el cuello si se atreve hacerle algo. Sin embargo, intenta mantener la postura simplemente para no asustarla más de lo que ella ya está.
—¿Quién te ha dicho a ti que tienes el derecho de desa