AriaVenir a la plaza con mis niños, me calma mucho los nervios. Alec ya me ha perdonado, o eso es lo que creo, porque no se aparta de mí y no quiere que lo deje ni cuando está dibujando. Permite que sus hermanos y mi sobrina estén sobre mí, pero siempre y cuando no me aleje de su lado.—La vida a
Anna Roma
Su vida en el pueblo es tan bonita...
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