Sentía que estallaría en cualquier momento, así que simplemente me dejé llevar y llegué en la boca de mi esposo, Adriano sabe muy bien cómo llevarme del cielo al infierno en segundos ¡ay! ¡Sí!
—me encanta complacer a mi esposa, subí los besos nuevamente por su cuerpo y me apoderé de sus labios, ella comenzó a acariciar mi cuerpo, esto es algo que amo de ella, su forma de tocarme, sabe exactamente dónde y cómo hacerlo… Sus uñas arañaban mi piel haciéndome estremecer.
—¡te quiero probar! — ¡Tus deseos son órdenes mi reina! Subí mi miembro hasta sus pechos y comencé a masturbarme con ellos, Zafiro abrió su boca recibiendo parte de mi miembro.
—recibí gustosa el miembro de Adriano, con mi lengua comencé a delinearlo y el cerro sus ojos para disfrutar de las sensaciones.
—quería ver hasta donde es capaz de llegar mi mujer, así que comencé a mover más fuerte mis caderas, ella llevó su mano hasta mis testículos y comenzó a acariciarlos, eso me hizo pensar que ella lo quería todo. Así que me