Amara se había dado cuenta de inmediato que algo no andaba bien, pero por su hija debía mantener la calma no podía enfurecer a los hombres y poner en riesgo a ambas.
Al mismo tiempo que los hombres de Alexander empezaron a rastrear con más precisión el andar del rodado que transportaba a Amara y a su hija.
Cuándo el vehículo se adentró en un bosque rocoso totalmente protegido por hombres vestidos y armados supo que había llegado a su destino ni bien el vehículo se detuvo las puertas fueron abiertas varios hombres con los rostros cubiertos por una máscara los nervios de Amara intensificaron.
La niña viene con nosotros- Uno de ellos intento de separar a Alexandra de Amara, pero esta había retrocedido.
No se la voy a entregar - Amara se escuchaba decidida, pero el cañón de una pistola apuntando directamente a su cabeza hizo que la mujer guardara silencio.
La niña se va con mi compañero - Expresó alguien más, Amara sintió el vacío en sus brazos al mismo tiempo que varios helicópteros