POV: DAIMON
— Cobarde. — Lágrimas resbalaron por su rostro. Humedeció los labios con la punta de la lengua y apretó las manos en puños con tanta fuerza que sus nudillos se tornaron blancos.
— Cuidado con tus palabras al dirigirte a tu rey. — Mi voz salió fría, como una advertencia.
— Haz lo peor que puedas, Daimon Fenrir. — Mordió la comisura de su boca, nerviosa. — ¡Eres bueno en eso, en ser un maldito monstruo odioso!
— Al menos coincidimos en algo. — Una sonrisa sarcástica se dibujó en mis labios mientras observaba el cambio sutil en sus ojos.
Ella retrocedió algunos pasos, girándose hacia mí y señalando con el dedo mi pecho.
— Has conseguido lo que tanto deseabas, Alfa. — Su voz estaba cargada de desprecio mi