Capítulo XXXIII: Disfrutando de mi Nueva Vida...
- ¡¿Cómo es posible que esos dos sigan vivos?! – dando vuelta al vino que tiene en su copa
-Ya ves ni siquiera contratando un asesino pudiste hacerles algo, solo lograste lastimar a la ramera esa – sentada a los pies de Sinhué – me estoy hartando esa ramera le importa más al faraón que yo
-Podemos usar eso a favor nuestro, piensa querida reina si el faraón siente algo por esa mujer tendrá dos opciones o aceptarlo y renunciar al trono o negarlo y conservarlo, pero sabiendo como es mi primo estoy seguro de que aceptaría ese acto tan indecoroso
-Puede ser, bien tengo que volver a mis aposentos antes de que noten mi ausencia, aunque lo dudo, porque si nada funciona tenemos que esperar que Amenemhat muera en batalla y que Zaid sea coronado y apenas tiene diez años
-Para eso su madre regente me ha de nombrar visir y próximamente faraón – la toma del mentón y la besa – ahora vete antes de que te descubran
Nefer sale bajo la penumbra de la noche, Sinhué se queda pensando en que hacer pa