Cloe sintió un balde de agua fría que le cayó encima, pero Sebástian era demasiado inteligente y sabía perfectamente bien que si Cloe le había respondido el beso y habían llegado hasta donde llegaron en el auto, en aquel estacionamiento, era porque ella sentía algo por él y que las cosas poco a poco se arreglarían, solo era cuestión de tiempo, ya que Cloe había dado señales de que aun había por ahí escondido un sentimiento, aunque fuese poco, Sebástian albergaba una pequeña esperanza.

-Bueno Cloe, creo que no hay nada mas de que hablar, le daré un beso a mi hijo e iré a dormir, realmente me siento un poco agotado.

-Sebas, ya es un poco tarde, si gustas, te puedes quedar en la habitación de huéspedes, está lista.

-Gracias, pero prefiero dormir en mi cama, mañana tengo un día bastante complicado, así que necesito descansar bien, con toda la tranquilidad, debo ver a unas personas de España, que están interesados en una franquicia de la empresa, así que ya me entenderás; diciendo esto, Se