Capítulo 21.2
René Black
Mis ojos no se detenían. En tanto estaban con Kendra, regresaban a mis amigos que estaban traumados observando lo que pasaba. Aún no podía parar de pensar en ella; su rostro, sus palabras, la forma en que se expresaba y como… ataca.
Kendra dejo salir a ese lobo que llevaba bajo la piel. Sus patas se movieron con una velocidad que me dejo boqueando como pez. Y grité, mi grito se convino con el de Quinto que era de dolor, dejé a Alice, corrí a ella. No podía permitir que se convirtiera en una asesina. "No seas hipócrita". Esa vocecita, midiendo mi culpa.
—¡No!
No llegué muy lejos, una onda expansiva me lanzó lejos, cayendo de espalda y golpeando mi cabeza con una roca. Kendra la provocó.—¡Ah! ¡¡Ahr!! —Los gritos del h