87. Infieles descubiertos
Edgar estaba en un estado de shock la palabra positivo en el papel en letras negras empezaba a bailar en papel blanco y grabarse en su cabeza.
— Espera no... no creas que soy idiota, no quieras encasquetarme tu chamaco cuando estuviste conmigo, Leonel y quién sabe cuántos más.
Amanda enojada por tremenda humillación de su parte se acercó a él y lo agarró del cuello de la camiseta, Edgar la observaba con desinterés y frialdad, ni siquiera se molestó en apartarla, a ella le hervía la sangre de mirar su cara de tonto.
— A mi no me vaz a estar hablando así, no me metí con nadie más que tu y Leonel en este tiempo.
— Entonces podría ser de Leonel ¿Porque estas tan segura que es mío?
— Porqué tengo tres semanas de embarazo, el tiempo en que lo hicimos la primera vez, se que es tuyo porque en el transcurso de esa semana y días anteriores no tuve intimidad con Leonel.
Amanda apretó los dientes al terminar de hablar, Edgar terminó por creerle lo que ella decía, después de todo las mujeres ten