Capítulo siete: Los deseos

*Narra Brooke Collins*

—¿A dónde vas, Brooke? ¡Que estamos hablando! —brama mi padre cuando me levanto de la mesa.

Estiro el cuello y veo que Margarita la asistenta, ha abierto la puerta y no ha entrado nadie. Este maldito se ha pirado y solo me quería dar un susto, es insoportable. Y sexi.

—Papá, tengo que salir, he perdido el apetito —miento y mi hermano pequeño sonríe —. Los Grant son un molesto daño colateral que arrastro gracias a tí y a mamá y no digo nada —los dos alucinan —, simplemente lidio con ellos como puedo pero espero de ti, justamente eso... que no digas cosas que me ofenden cuando soportar la presión de tenerlos en mi vida es cuesta culpa y considero que lo hago bastante bien.

—Nena, no...

—No, mamá —me inclino en la mesa —, ya basta de esto. Soy un adulto y he seguido todos los pasos de mi padre como ustedes y yo, hemos querido pero hay partes de mi vida que no voy a consentir que manipulen y vigilarme por las calles es muy fuerte. Sí, estu