—Vámonos de aquí, Shawn —rogé mientras observaba como el moreno se pegaba más a la puerta para escuchar mejor de aquella última frase.
—¿Acabas de escuchar eso? —dijo mientras tiraba de su camiseta hacia los vestuarios para coger las cosas y largarnos de allí.
—Es igual —le resté importancia mientras seguía arrastrándole fuera de allí.
—Pero...
—Shawn, he dicho que es igual.
(...)
Aquella mañana había dado el paso por fin y aceptado la publicación en la revista de "Un infierno de hielo" realmente no sabía si lo que había sentido al hacerlo habían sido nervios por saber donde aquello podría acabar o era la voz en mi cabeza que no paraba de repetirme que iba a arrepentirme, aunque esta solo hablaba por la parte de mí q