—Te lo advierto, no te metas con ella —termina de decir y se aleja, pero antes de salir de la casa y sin darse vuelta, sabía que Michelle, venía atras. —Ella te llamó repetidas veces, mientras luchaba para que él no la tocase —la chica baja su mirada, ella pensaba que Amber, necesitaba un poco de diversión y por eso había arreglado todo para que Javier viniera, solo que no esperaba que esto ocurriera. —Dile que lo siento, no sabía sus intenciones. —A mi me parece que sí, y eres su mejor y única amiga —la chica queda allí inmovil, sin palabras y sintiéndose culpable. —enviaré a alguien para que le arregle la puerta —termina de decir y sale sin mirar atrás. Gael, lleva a la niña a la villa, y la carga en sus brazos, dejándola en su cama, se sienta a un lado y entrelaza sus dedos con los de ella. Suspira. La niña se mueve e intenta levantar su mano, pero siente algo sobre ella, mira hacia abajo y esboza una sonrisa al ver la mano del chico, el recuerdo de Javier, llega a su mente
—Prometelo —su voz sale en un murmullo. —Te lo prometo, te juro, no voy a dejarte, te protegeré, te cuidare, y estaré a tu lado siempre —ella da vuelta en sus brazos al escucharlo, y besa sus labios lentamente. El baño se llena de pasión y de sentimientos incontrolables e inexplicables. Al salir decidieron ir en busca de algo para comer, mientras bajan las escaleras, platican y se ríen como si estuvieran en una relación, Ágata, que está en la cocina niega con la cabeza mientras observa la escena y sonríe. —Ha crecido, mi niña bella —susurra y sigue con lo que hacía. La chica entra entre risas y saluda a la mujer con un beso en la mejilla, mientras que Gael, saluda y luego se dirige a su habitación, para cambiarse de ropa. En la habitación recibe una llamada y contesta enseguida. —Señor Walton. —Liam, Gael, llámame por mi nombre, somos amigos. —Ok, Liam, cuéntame. —He enviado a algunos hombres para que investiguen a Javier Henderson, no encontraron mucho, pero descubrier
Amber, frunce el ceño al escucharla. —¿Y por qué harías eso? —Por qué había hablado con él, y me había dicho que le gustabas mucho, que te quería, qué quería que fueras suya, y yo… pues le ayude un poco. —No puedo creerlo Mich, eres mi única y mejor amiga... —Amber respira con dificultad intentando digerir sus palabras. —No puedo creerlo.—Si, mira, lo siento está bien, sé que no debí hacer eso, pero…—¡¿Pero qué?! ——Nada olvidalo, solo te digo que lo siento y está bien, si no quieres volver a verme, lo aceptaré.—Si, así está mejor, amigas como tu, mejor a metros —Amber se aleja sin más nada que decir y la chica queda allí sin palabras, levanta su mirada observando desde lejos a Gael, que está en el interior del auto observando las, rueda los ojos y lo ignora entrando. Por otro lado en el apartamento, de lujo, Javier se encuentra parado observando por la ventana del piso al techo, su rostro aun tiene los moretones de los golpes de Gael, escucha el sniff de una mujer no tan lejos
Son las tres de la tarde y Amber, debe dirigirse hacia la biblioteca, allí la está esperando su compañera y mejor amiga, como estudiante de derecho, debe leer muchos libros y memorizar muchas cosas, se esmera por ser la mejor en el ámbito, y así lo era. no por tenerlo todo sería una vaga o una floja, seria muy exitosa igual que sus padres.Su padre el CEO de una gran multinacional, su bella madre una diseñadora de gran prestigio, y su hermano mayor con tan solo 25 años ya es el gran sucesor de la familia Walton. Caminando por la acera en dirección a la biblioteca, sin darse cuenta unos hombres la intersectan, cubriendo enseguida su cabeza con una capucha negra, la chica asustada intenta luchar contra ellos, pero son muy fuertes y sin poder ver no logra mucho, hasta que cae al suelo después de que alguien la empuja y la pone a salvo, se retira la capucha a toda prisa y ve a un hombre que está peleando con dos más, sus patadas y puños resuenan en el lugar y algunas personas se están am
Al día siguiente, Amber baja las escaleras más relajada, preparada para ir a las clases del día martes, y pensando que hoy sería un día completamente hermoso y diferente, al llegar a la planta baja, frunce el ceño al ver a sus padres en la sala con alguien más, pero no presta atención a lo que ellos hacen, así que sigue su camino. —Amber, cariño ven —Mey, llama a su hija al verla y la chica se da vuelta acercándose a ella. —Dime mamá —contesta con voz infantil y Mey, sonríe al escucharla. —¿Puedes contarme lo que sucedió ayer? —la chica hace un mohín al escucharla, sujeta su mano y la lleva hacia el patio trasero. —Por suerte no pasó nada mamá… un hombre me salvó.—Si, pero estuviste a punto de ser secuestrada Amber, eso es grave —Mey, la regaña pero abraza a su hija con fuerza. La chica suspira y responde al abrazo de su madre. —Lo sé mami, lo sé, y no puedo mentir, me paralice, me sentí vulnerable, en ese mismo momento, no se que me pasó. —Ya tranquila, tienes razón, por suer
—Lo siento señorita Walton, pero…—Está bien, cara de poker, déjame donde te dé la gana, y no me hables más —sus palabras y como lo había llamado lo dejo sin palabras, pero decide dejarlo pasar.****Al llegar, Mich, la está esperando afuera, con una sonrisa de oreja a oreja, mientras observa al guapo escolta y luego la mira a ella.Mientras tanto Amber baja del auto y luego abre la puerta delantera para sacar sus cosas, cierra la puerta con fuerza y vuelve a mirar a su amiga con su ceño fruncido mientras se acerca a ella. —Voy a colgarte.—¿Qué, por qué? —inquiere, al ver la seriedad de la chica. —¿Te preguntas por qué? —Ya lo sé, lo siento, pero… él me lo pidió —confiesa mientras mira en dirección al escolta. Amber, sigue la mirada de la chica, con su entrecejo fruncido y luego mira a su amiga. —No vuelvas a hacerle caso. —Amber, él es… es muy guapo —suelta un suspiro exageradamente. —¿sabes si tiene novia?—Ya callate, vámonos —dice y comienza
Por otro lado, mientras la joven acomoda sus compras, en un lugar completamente alejado, una mujer corre por las calles de la ciudad huyendo de alguien, se mete a un callejón, pensando que la han encontrado. su respiración se acelera y su cuerpo comienza a temblar. —No puede ser, me ha encontrado, Juan me ha encontrado, ¿serán hombres de Martí?—¡Señorita Jenny! —llaman pronunciando su nombre con dificultad —, ¡Vengo de parte del señor Collins! —sus palabras la abruman. —¡¿No eres hombre de Martín Walton?! —pregunta la chica expectante.—No señora, trabajo para el señor Collins.—¿Y qué quiere él conmigo? —Unirla a los enemigos de Martín. La mujer frunce el ceño y sale del lugar lentamente y atenta a cualquier movimiento. —¿Enemigos de Martín? —inquiere y el hombre asiente en respuesta. —¿Qué debo hacer? —Primero que todo, cambiar su aspecto, volver a ser la mujer hermosa que eras. La mujer se mira a sí misma, y se lleva las manos a su rostro. —Ya no tengo oportunidad para es
El traje negro, sus zapatos bien lustrados y sus lentes lo hacen lucir muy apuesto, y las chicas lo miran con detenimiento y alguna que otra con la boca abierta. Michelle, quien no estaba muy lejos, esperaba por Amber, desde el marco de la puerta de la universidad. —Vaya que si has llamado la atención con ese hombre tan apuesto amiga. —No es de mi gusto. Michelle se burla de las palabras de la chica y frunce el ceño. —¿No te gusta? —inquiere incrédula. —pero es guapo, muy guapo — suelta acentuando cada palabra y Amber mira en dirección al hombre, al parecer el joven siente su mirada y mira en su dirección, pero ella se da vuelta disimulando.—Vamos o entraremos tarde a clase. *****Al terminar las clases, Amber con vacilación camina hacia su escolta. —Oye —lo llama pero no por su nombre, así que el joven no vuelve a verla. —Te estoy hablando cara de poker —dice pinchando su hombro con un dedo como si estuviera sucio, al sentir su toque el chico se echa hacia atrá