CAP 4 CUMPLEAÑOS

Aníbal se había convertido en un completo extraño con quien vivía, le tenía miedo, pero no quería dejarlo, lo amaba y creía que en ese frío caparazón también se escondía el amor que había profesado cuando eran novios, solo que había algo que lo hacía comportarse así y Katty quería averiguarlo, ella deseaba encontrar alguna solución para su relación, lo deseaba con toda el alma.

Aníbal frotó sus labios hasta quitar el labial, dejando todo alrededor de los labios embarrado. Katty seguía inmóvil mirando al hombre, Aníbal se acercó más y el pulgar era más agresivo, pero más lento, empezó a dar pequeños círculos alrededor, Aníbal trago grueso y momento después la estaba besando.

El beso no era nada delicado ni mucho menos lleno de amor, era más como deseo, lujuria. Katty cerró sus ojos al sentir el contacto, dejando que su esposo la guiara, Aníbal la llevó al sillón quitándole la ropa rápidamente y él solo bajo su pantalón para allanarla sin ningún tacto. 

Katty gimió al sentir como entraba en ella y dejó que el hombre saciara su sed acariciando su cabello, todo fue muy rápido y mecánico pero aun así, ella lo deseaba.

Al terminar Aníbal respiraba agitado con los ojos cerrados cerca del hombro de Katty, mientras ella estaba en silencio, esperando a que Aníbal dijera algo.

El abrió los ojos y recobró el sentido levantándose rápidamente, acomodó su pantalón y al cerrarlo le dio una última mirada llena de repulsión dejándola sola en la sala. 

Aníbal salió de la casa dando un fuerte portazo y subió a su auto alejándose de la mansión.

Ella solo se abrazó a sí misma, controlando el sonido de su llanto, pero era imposible, el dolor de su corazón era muy evidente y no podía calmarlo con nada.

Katty limpio sus lágrimas y observó la sala vacía, Aníbal la dejó sola de nuevo, recordó lo que pasó hace algunas semanas.

…………..........

Recuerdo de Katty.

Aníbal estaba apunto de salir de la casa, Katty lo detuvo tomándolo del brazo. “Aníbal hablemos”.

Él se alejó. “No quiero, esto es estúpido, ya te lo dije, me gusta tener amantes y si no estas de acuerdo entonces firma los papeles de divorcio”.

Katty negaba con dolor. “Pero nos acabamos de casar…” Ella quería entenderlo, trataba de arreglar la situación. “Por favor… dime en que estoy mal, podemos hablarlo, arreglar nuestro matrimonio”.

Él se dejó caer en el sillón fastidiado. “No hay nada que arreglar, nuestro matrimonio fue un error y es todo”.

Katty se sentó a un lado de él. “¿Un error? ¿Por qué dices eso? Nosotros nos amamos…”

Aníbal se burló. “¿Amarnos?”. 

Él acarició su mejilla delicadamente. “Sigues siendo tan ilusa como cuando te conocí…”

Se levantó rápidamente acomodando su corbata y mirándose en el espejo. “Firma los papeles o sigue jugando a la ama de casa… tu decides…” El salió de la habitación dejándola sola.

Katty no sabia que hacer, miro el buró encontrando la carpeta de los papeles de divorcio que Aníbal había traído hace algunos días. Ella negó con la cabeza y respiro profundo, no se daría por vencida tan rápido.

Por la noche Katty preparó una gran cena para dos, decoró la mesa y preparó la comida, al ver que todo estaba listo subió a su habitación para arreglarse, se puso un bonito vestido verde y bajo muy emocionada, encendió las velas y se sentó en la silla para esperarlo.

Las horas pasaron y Aníbal no llegaba, se mordió el labio pensando que hacer, sacó su teléfono para llamarlo, del otro lado se escuchaban risas y música. 

“¿Qué quieres?”. Contestó Aníbal.

Katty tartamudeo. “Yo…. Quería saber si llegaras a cenar”.

Aníbal sin delicadeza contestó. “No lo haré, estoy ocupado con unos amigos y no me esperes, no llegaré”.

“Aníbal amor, ven a brindar…” Se escuchó del otro lado. 

Katty apretó el teléfono y se encogió de dolor al oír el corte de la llamada.

Fin del recuerdo.

……………………………………….

Katty se levantó del sillón subiendo las escaleras, se metió en el baño a darse una larga ducha en unos días sería su cumpleaños, pero por extraño que pareciera no tenía ánimos para festejar.

Días después…

Música tranquila y delicada se escuchaba, este era uno de los tipos de fiesta que el señor Alcántara padre de Katty disfrutaba. 

Su tío Mario acababa de regresar de un viaje de negocios y conversaba con Ofelia madre de Katty y algunos conocidos. 

La madre de Katty, se acercó y examinó la vestimenta de su hija. “Katherine, tu vestido es algo sencillo para este gran evento… ¿No crees que deberías estar mas elegante para tu festejo?”. Lo dijo de forma despectiva.

Katty apretó los labios y se miró a sí misma. “Maggie me lo regaló de cumpleaños y es único…”

Su tío Mario camino hasta ellas advirtiendo a Ofelia con la mirada. “No le hagas caso a tu madre, ella está celosa de que te veas hermosa”. 

Mario abrazó a Katty quien se reconfortó en sus brazos, su tío Mario la quería como una hija y la consentía en todo. “Gracias tío”.

La mujer mayor rodó los ojos y se alejó tomando su copa.

Katty bajo su mirada. “No se porque nunca le he gustado a mamá…”

Mario se acercó levantando su barbilla. “Que no te importe eso, eres una hermosa mujer y pronto serás dueña de todo, debes ser fuerte y demostrarles a todos de lo que Katherine es capaz”.

Katty sonrió con mejor ánimo. Su tío se dedicó a entrenarla para ser la próxima heredera. “Y recuerda mi niña… Siempre estaré ahí para ti,  seguiré cada paso que des”.

“Gracias tío”. Ella lo abrazo fuerte.

El señor Gonzalo se acercó interrumpiendo. “Katty, hija, ven quiero presentarte algunas personas”:

Katty giro a ver a su tío como pidiendo permiso. 

Mario le sonrió. “Ve con tu padre”. Ambos se alejaron dejando a Mario de pie mirándolos. Ofelia se acercó. “Deberías dejar de mimarla tanto”.

Mario miró despectivamente a Ofelia. “Eso no es tu problema, solo sigue actuando o no tendrás tu mensualidad este mes”.

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