Capítulo 4

Al día siguiente, que resultaba ser lunes, nos levantamos y seguimos con la rutina. Alán es muy inocente y tonto, por menos que me guste admitirlo, le dije que si no tenía problema en que me quedara a dormir con el por unos días más, y no tuvo problema. Debe ser más cuidadoso con lo que hace, y con quién decide salir, pero yo no dejaré que le pase nada malo. En fin, desayunamos temprano, le dije que tenía trabajo que hacer, y me fui luego de comer, él me dijo que iría a ver a su primo, el desgraciado ese, tal vez no debí dejarlo vivir, ahora sólo aqueja mi mente, pero que más da, estoy en asuntos más importantes.

Llegué a mi casa y busque por internet el nombre de la prostituta, conseguí el perfil de "Daisy Witremundo" donde conseguí información personal de ella, que estúpida, no deberías dejar que cualquier extraño en internet pueda saber tanto de tu vida persona, vi que su hijo se llamaba Manuel Coronado. Era un estúpido con bajo promedio, y un posible malandro cuando creciera, así que probablemente le hago un favor al mundo al ir por él. Baje al sótano, y vi a Daisy, estaba entusiasmado por darle las buenas noticias.  

-Escucha, ya se como se llama tu hijo, Manuel Coronado. Ahora, después de que vaya por el, me dirás por qué otra razón debería dejarte vivir.- Iba a salir pero la mujer me gritó.

-¡No! Dejalo en paz, es un buen chico, el no haría nada malo, no se merece que le hagas esto! Por favor, no le hagas nada maldito.- Imploraba con lagrimas en los ojos.

Fui rápido hacia donde estaba ella, y la golpee fuertemente en la cara. -Escuchame perra, tu no tienes voz aquí, ese hijo de puta no es bueno. ¡Y se merece lo que le voy a hacer y mucho más! Además, maldecir es malo. ¿Sabías? Es cosa del diablo, a Dios no le gusta que maldigan, y por eso recibirás un castigo.- La agarre por la mandíbula, y se la moví de un lado a otro, una y otra vez, fuertemente hasta que escuche el crujido de sus huesos. Le rompí la mandíbula.

 Ella gritó muy fuerte por el dolor, y luego de ponerle la mordaza, con la cual sufrió mucho ya que tenía la mandíbula rota, salí y fui en busca de su hijo Manuel. Fui a una escuela con un nombre raro, sin importancia, al entrar vi muchos chicos, de entre todos sobresalía un chico que era mas grande que los demás, estaba con un grupo sentado en unas mesas, y no pude evitar escuchar que estaba hablando de Manuel Coronado, luego de un rato fue al baño y lo seguí, el podría decirme donde encontrarlo. Cuando entro al baño, entre detrás de él.

-Oye. ¿Tu conoces a Manuel Coronado? Soy su tío y lo estoy buscando.- Esto iba a ser muy fácil.  

-Tu no eres tío de Manuel.- Me respondió secamente el chico.

-¿Disculpame?- ¿Que se creía este niño? ¿Cómo podría ssaberlo?

Como me escuchaste, ahora ¿Por qué no sales de aquí viejo extraño?- Dijo el chico con voz autoritaria.  

-Tienes una actitud bastante fuerte.- Me gusta. -Ok, pero primero dime. ¿Cómo puedes saber que no soy su tío? ¿Quién eres ttu

-Soy Jerome, y se podría decir que soy su primo, pero yo nunca consideraré a ese malparido como mi familia. Así es como se que no eres su tío, así que ¿Por qué no me dices quien eres en realidad?- Preguntó Jerome.

-Si te lo digo, no me dirías donde está Manuel.- Este chico me llama mucho la atención.

-Pruebame.- Respondió retandome. 

-Muy bien, quiero matarlo y para eso debo sacarlo de aquí. ¿Qué me dices de eso?

-Digo que, me gusta la idea, quiero ayudar.

-Debo admitir que me caes muy bien. Entonces, ¿Me dirás donde está?- Este niño en verdad se estaba llevando una muy buena impresión conmigo.

-Pues, tienes mucha suerte, yo estudio con él, y resulta que el me hizo algo horrible y le deseo lo peor, espero que se muera cagando ese iinfeliz- Decía Jerome con mucha rabia en su voz.

-Wow, wow, tranquilo, me gusta tu actitud. Estoy seguro de que te gustaría ayudarme a matarlo. ¿Pero seguro que eres capaz?

-Por supuesto que sí querido.  

-Bien. ¿Por qué no me cuentas qué fue lo que pasó?

-Verás, yo soy gay y desde 1er año yo he estado enamorado de Manuel Coronado, pero en este año, osea 4to año, yo deposité mi sincera confianza en él, y pensé que nos habíamos hecho muy amigos, pero la palabra clave aquí es “pensé”. El siempre me dió la impresión de que era muy cerrado, y me dijo que podía contar con el para mí que fuera, poco a poco yo le conté todo, le dije que era gay y hasta le confesé mi amor, lo ayudaba en clases para que saliera bien, y aún con todo eso, el me apuñaló por la espalda. Le contó todo a su madre Daisy, y a sus primos, y a mis primos, y su estúpida madre, que al parecer no tiene cosas más importantes que hacer además de meterse en la vida de los demás, se sentó a hablar con mi madre y le contó todo, lo cual hizo que mi madre se molestara mucho conmigo, y no me hablara más, al igual que mi padre. Además de eso, me duele mucho que me haya traicionado de tal manera, sabiendo que yo lo amaba.- Explico Jerome.  

-¿Y como puedes odiarlo tanto después haberlo amado por tanto tiempo?

-Ya sabes lo que dicen, del amor al odio, sólo hay un paso, y yo estoy a un paso de mi venganza, y con tu ayuda será más rápido.

-Muy bien ¿Donde está el ahora?

-Debe estar entrando en el salón de inglés. Esta al frente de la cancha.  

-Muy bien, tu debes entrar a clases, así que ve. Diremos que soy su tío, y que se presentó una situación familiar importante, y sacaré a Manuel. Tranquilo, también te sacaré a ti para que completes tu Venganza, no esperaba encontrarme a alguien como tú aqui, pero me alegro de haberlo hecho, ahora ve y sigue el plan.

-Eso haré.- Ví como Jerome entró al salón, y después de ver que todos los demás estudiando habían entrado, fuí al salón, toqué la puerta y solicite a Manuel y a Jerome, ya que un familiar suyo habia sufrido un grave accidente. Los saque del salón, salimos de la escuela y lo monte en "mi carro", que realmente había robado, y fuimos directo a mi casa el muy estúpido de Manuel decía, "¿Seguros que este el camino al hospital?" y con un si de parte de ambos, se quedaba tranquilo, realmente no es para nada inteligente.

Llegamos a mi casa, y le di un golpe a Manuel lo suficientemente fuerte como para que se desmayara, lo amarre, y lo baje del auto, le dije a Jerome que me siguiera, y cuando íbamos a bajar las escaleras, Jerome empujo a Manuel quién cayó por la escaleras, cuando terminó de caer se despertó y vio a su madre, fue el momento en el que empezó a entrar en pánico. 

-¿Qué está pasando aquí? ¿Jerome por qué haces esto? ¿Quien es el? ¿Y por qué mi madre está aquí? ¿Qué le pasó? ¡Respondan!- Gritaba Manuel con furia.  

Jerome golpeó a Manuel en la cara, luego lo siguió golpeando una y otra vez en la cabeza y en el estómago.  

-Callate, maldito y estupido niñito malcriado, eres un malparido al que le aplauden su estupidez, y su pensamiento tan retrógrado, pero es hora de que tu y tu perra madre paguen por lo que han hecho.- Dijo Jerome para luego agarrar uno de mis cuchillo, y clavarselo a Manuel en el estómago. -Con eso no moriras, pero sufrirás hasta que volvamos.  

-Muy bien, después vendremos por ustedes, por ahora, quedense quietos, la diversión apenas va a comenzar.

Continuará…

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