— ¿Estás seguro tío? Son de primero – miro a Elvis con cara de pocos amigos y asiento.
— ¡Si Montreal, estoy seguro! – Digo para que se calle — Charles es buena onda y me agrada, además él es de segundo – se cubre el rostro como si no lo creyera — ¡Ay por favor, lo mismo decían con Oliver y está con nosotros! – negó.
— ¡Es un crío! ¿Cuánto pesa, cincuenta kilos? – achino la mirada y niego.
— ¿Entonces si no es una bestia como nosotros, no lo admitimos? – Abre la boca, pero lo interrumpo — ¡Eso es una actitud discriminatoria! ¿Sabes? – asiente complacido ¡es un idiota!
Salgo de la casa Alfa y saco el seguro del auto, veo llegar a Mila con un vestido precioso y unos