POV: Stella Sanders.
Sus labios se sentían suaves, un poco fríos al principio pero luego tibios, crearon calor con los míos y se dejaron llevar.
Él besaba con delicadeza, casi con miedo pero con mucha ternura, se convertía en la persona más blanda del mundo cuando estaba a mi lado. Y justamente ahora lo sentía tan cercano, tan mío, sentía que él apenas se estaba descubriendo y yo apenas estaba existiendo.
—Lo lamento — dije separándome solo un poco, estábamos tan cerca que podía sentir su respiración, que podía ver sus mejillas de un ligero tono rosa y sus ojos anclados a los míos.
—No tienes que disculparte — respondió en un susurro — no lo esperaba pero te aseguro que no me molesta en lo absoluto.
—¿A dónde vamos? — pregunté perdiendo mi vista en sus labios, sus labios con los que quería fundirme eternamente.
—Ya llegamos a nuestro destino — dijo sin siquiera moverse.
—¿Has salido con muchas chicas? — pregunté mirándolo a los ojos. Obviando por completo lo que me acababa de decir y