Días después Vincent entro en la oficina de Hana y fue directo al grano
—Hablemos-le pide con esa mirada triste que la mata.
—Vincent no- niega no teniendo el valor de enfrentarlo. ¿Que podía decirle?
“Te he mentido, estoy casada y estoy enamorada de mi esposo- ¡Podría ser tan cruel!
Vincent noto una caja sobre el escritorio de Hana y donde había guardado varios de sus pertenencias personales, como unas libretas, su mata de cactus, los vasos y un portarretratos con la foto de su familia y cuestiono
—¿Qué significa?
—Que me voy, renuncio a Macallister
—Hana no te hagas esto, soy lo suficiente madu