⁓. Narras Nuevamente. ~

Salimos del teatro contentas con sofí, tomamos un taxi y llegamos a casa. Las niñas estaban cansadas así que tomaron una leche y a dormir. Por mi parte comencé a ordenar un poco mañana tenía que volver al trabajo, sofí en cambio se preparó un café para acostarse.

TN estoy intrigada. - dijo de repente. - ¿no me vas a decir que te dijo Tom?

. - respondí. - solo quiere compañía sofí, quizás los hombres famosos carecen de amigos o cariño en sí.

Seguro nena, ambos chicos te echaron el ojo. -dijo. - Me gusta sebas si te doy mi opinión, si no lo quieres le echaré el ojo.

. - sonreí y dije. - tiene novia querida, buena suerte.

Ambas fuimos a nuestros respectivos dormitorios, me puse el pijama y me acosté al lado de mi pequeña Fiorella que dormía plácidamente le di un pequeño beso en la frente y me disponía a poner alarma cuando me llega dos mensajes.

Sebas: No me iré aún de Londres, así que hagamos algún panorama, ¿te parece?

Tom: ¿A qué hora mañana linda?

No quise responder los mensajes ni dejarlos en visto. Apagué mi wifi y me dormí, esto era emocionante, pero debía tener control total de situación porque no sabía con cuál de los dos salir mañana. Durante la mañana luego de entregar algunos paquetes decidí intentar salir con Tom por un café y a Seba lo invité a cenar en casa con sofí. Fue lo mejor se me ocurrió, Sofí riéndose lo aprobó y me pidió como ofrenda de paz dulce como siempre. Salí del trabajo y me dirigí al Timberyard donde nos encontraría con tom.

Tom había llegado antes se veía más informal de lo normal, incluso más cálido por así decirlo. Vestía jeans, zapatillas y un abrigo azul. En cambio, yo soy de ropa más ajustada por así decirlo con mi chaqueta de cuero y mis botas largas, con jeans desgastado.

Hola linda. - dijo sonriendo. - ¿Cómo estuvo tu día? -. Me abrazo. -

Hola tom, agotador. - me iba sentar frente a él, pero el me acomodo la silla solo atiné a sonreír. - Quiero algún café especial ¿Cual me recomiendas?

TN no soy el mesero. - dijo riéndose. - adoro el café, pide el que gustes. - señaló al mesero. -

Pedí el mismo café que tom sólo por molestarlo, el chico que nos atendió fue muy amable. Luego también agregue unos bocadillos y pastelillos por sofí y por qué adoro los dulces en el fondo de mi corazón. Tom solo sonreía al verme tan contenta comiendo.

Creo que estabas hambrienta. - dijo burlándose. -

En mi defensa puedo decir que amo los dulces. - dije tímida. - nunca le digas a una chica que pida lo que quiera es un arma mortal. - lo mire más calmada. -

El solo sonrió y me miró a los ojos por un momento, me gustaban sus ojos azules mirándome, mire alrededor de lugar para evitar su mirada. Me intimidaba, me sentía tan atraída y él lo disfrutaba al parecer.

Sabes tom la gente viene a comer a estos lugares, ¿podrías? - sonrió y tomó un sorbo de su café. - demonios deja de intimidarme es molesto.

Lo siento. - dijo. - eres atractiva, ¿De verdad no hablas mucho inglés? .

No, llevo poco tiempo en Londres Tom. -respondí. -

El me preguntó por estaba aquí, le conté parte de mi historia solo lo importante. Hablamos de su estadía temporal en Londres e incluso le conté Fiorella, es agradable hasta el momento y muy caballero. Al salir del café, lo lleve a un parque cercano para tomar aire un poco y compre un helado para cada uno, él lo encuentro super raro yo solo me sentí contenta el es tan caballero ni siquiera pude pagar mi café.

¿Extrañas Chile? - dijo el. -

Todos los días, pero sé que mi bebe esta mejor aquí. Se que es duro, pero lo vale, está aprendiendo inglés y ama a sus amigos aquí. -Respondí. -

Pero te gusta Londres TN por qué no viniste sólo a estudiar y trabajar o ¿sí? - me dijo mirándome a los ojos. -

Pues, Cambridge me dio parte de una beca y pasantía para estudiar, pero los departamentos son pequeños para mí y Fiorella así buscamos otro lugar cerca. Fue costoso, pero gracias a que vivo con una amiga nos dividimos la renta ahora. - seguí su mirada. - Adoro la psicología Tom y adoro a mi hija quiero a ambas a mi lado.

. - dejo de mirarme y dijo. - Eso es noble cartera

Hey, SuperStar odio que me digas así. - respondí enojada. -

Lo mismo digo, niña. - respondió, me tomo la mano para guiarme a caminar. -

Caminamos tomados de las manos por un rato, pensé: no sudes, no te incomodes el solo quiere compañía. Era complejo para mí toda la situación y poco creíble casi nadie sabía solo sofí.

¿Tienes frío? - me miró y se quitó su abrigo. -

Gracias Tom. - me acurruque en su abrigo, tenía su perfume. - Ha sido una tarde muy entretenida, pero debo ir a mi casa. - pensé:

sonrió y me dijo. - claro, ¿puedo acompañarte a tu casa? - asistí con mi cabeza. -

Buscamos mi moto y él no me dejo conducir sentir su espalda mientras conducía era excitante, todo de él me gustaba, pero estaba saliendo con él y Sebastián. ¿Debería elegir a uno?, era muy tonta yo solo eran ambos amables y querían una amiga.

Es aquí en la esquina Tom. - dije a su oído. -

OK. - respondió. -

Me baje de la moto y él se quitó su casco. Antes de despedirse de mi me abrazo y me dio un beso en la mejilla muy cerca de mis labios. No sabía que los ingleses eran así, me sonroje y cerré la puerta y mire por la ventana como se iba.

Oh, Dios Mio Sofí. - dije. -

Hola Nena. - dijo alguien. -

Para mi pésima suerte, Sebastián había llegado antes, Sofia estaba riéndose en el living sentía su risa y el me miraba serio. Quería que me tragara la tierra literalmente....