Pov Cayden

El cuerpo del joven que no tenía más de 16 años empezó a convulsionar. Probablemente no hacía mucho tiempo desde que obtuvo su despertar, un desperdició.

Déjame encargarme. Murmura emocionado Rofan.

Hazlo.

Con rápido movimiento la cabeza con marcas rojas fue separada del cuerpo.

—¿No son demasiados jóvenes estos berserks?, lo único bueno es que eres lo suficientemente cruel para dudar y acabar con ellos.

—¿Crees que ellos tendrán piedad de alguien?, ellos no tendrán problemas con que tú seas su cena —le recuerdo.

—Ellos son demonios, tienes que ser cruel, es normal y lógico.

¡Estupido!

Sólo ignoralo.

¿Cruel?, ellos son los que coluden con la apestosa magia negra, son peores que demonios, ¿Dudas?, si las tuviera los muertos en sus manos serían mayores.

Para sobrevivir en este mundo y proteger a todos somo puedes volverte más cruel.

—Te ves feliz —dice Tomás con una sonrisa.

—Me recuerdas ¿Por qué demonios viniste tú y no Eric? —interrogó molesto.

—Porque alguien debía ayuda