Me puse a andar por aquella habitación, como si fuera un león encerrado en una jaula, No podía creerme lo que estaba escuchando a David, el corazón me palpitaba tan fuerte que parecía que se me iba a salir del pecho, a mis pulmones le faltaba el aire y sabía que si no me tranquilizaba, al final perdería el conocimiento por la falta de aire, así que decidida me fui a la pequeña terraza que había en aquella habitación buscando algo de oxígeno, dándome cuenta de que David me seguía y se ponía el detrás de mi, notando como puso sus brazos a cada lado de mi cuerpo, sintiendo sus calientes y suaves labios en mi nuca
—- Keira por favor cariño, volver conmigo, os necesito a las dos —- me susurro en el oído, mientras mis lágrimas mojaban mis mejillas
—- Lo siento pero no puedo, ¿que esperas de mi?¿ser tu amante? y si Melody se entera de que he vuelto a Nueva York, ¿qué haréis tú y ella? tengo que pensar en mi hija —- le dije
—- Nuestra hija, —- me dijo, haciendo que cerrara mis ojos con sus su