Al fin era libre, qué palabra tan tonta, no podía creer que las hubiese pensado, pero justamente en aquel instante, cuando tenía las manos libres
Cuando el doctor, al cual no le entendía una sola palabra, hablaba y hablaba sobre cómo debía cuidar sus brazos, por lo menos eso creía
Ella solo podía pensar en lo libre que era, ya tenía práctica con aquello de los masajes y la terapia, la había hecho tantas veces, sus dos brazos ya eran expertos en recuperarse
Zuri, solía preocuparse e indicar en medios de rostro amargos y expresiones llenas de preocupación que un día no se recuperaría
Que un día las cosas podrían salir mal, que un día solo ella cerraría los ojos a causa de aquellos y que ella no lo resistiría
Un gesto lleno de lamentos paso por la mente de Jade, justamente en aquel momento, en el que pensó en su amiga
El en hecho de que al parecer no moriría por causa de los Jenkins, que las preocupaciones de su amiga no se harían realidad
Que ella viviría, por lo menos un poco más, por