Ava Carter
Desperté y lo primero que escuché fueron gritos, me levanté rápido de la cama y me di cuenta que estaba en una habitación.
Caminé lo más rápido que pude hacia la puerta y comencé a golpearla al darme cuenta que estaba completamente sola no había rastros de Massimo por ningún lado.
— Maximiliano!!— comencé a gritar desesperadamente — Maximiliano!!— seguí gritando mientras golpeaba con mi mano fuertemente a la puerta esperando que este pudiera oírme—Sacame de aquí!!
Cuando escuché pasos rápidamente me alejé solo un poco de la puerta cuando esta se abrió sentí tranquilidad al ver a mi hijo correr hacia mí lo abracé rápidamente para luego colocarlo detrás de mí, me volví a poner a la defensiva y ahí estaba Maximiliano con una enorme sonrisa en su rostro
— Qué bueno que ya despertaste estaba tan preocupado por ti, tienes 24 horas dormida Ava — ¿Que?! No es imposible!! Solo lo dices para seguir molestando ¿Verdad?! — por un momento pensé que Raquel se había pasado con la aneste