Capítulo141
En el camino a la compañía de Laura, Jaime miraba a Diego con una extraña expresión.

Diego comenzó a incomodarse y preguntó:

—¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?

Con un tono inexpresivo, Jaime le dijo:

—No puedo creer que dejaras que tu esposa trabaje. Por cómo sueles ser, pensé que la tendrías totalmente consentida, encerrada en una habitación donde solo te viera a ti.

Diego lo miró fríamente:

—Eso se llama privar de libertad a alguien. No me esperaba que ni un abogado pudiera entenderlo.

Jaime carraspeó, cada vez más curioso por conocer a esa misteriosa esposa que tenía a Diego tan bien adiestrado.

Pronto llegaron al edificio de la compañía de Laura.

La recepcionista ya conocía a Diego y al verlo llegar, discretamente hizo una llamada:

—Señorita Laura, el señor García está aquí.

Después de colgar, indicó a Diego que tomara el ascensor privado de la presidencia al despacho de Laura.

Apenas abrió la puerta, Diego se quedó pasmado al ver los documentos apilados sobre el escrit
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App