—Es que no quiero casarme con Sandro —pronunció con un ligero puchero.
—Es tu opción, yo no quiero casarme contigo, ni con nadie, no nací para eso —expresó el hombre con un dejo de nostalgia.
—Te hicieron mucho daño en el pasado ¿Verdad? —él se quedó en silencio, solo afirmó con la cabeza.
Despué