Tanto Malcolm como su lobo se quedan en absoluto silencio, uno perturbador y tenso, su pasado los perseguía de forma constante.

— ¿No?— dice la Diosa al mismo tiempo que se acerca, ella misma va caminando el sendero del que ninguno de los dos era parte como una forma de mostrarles físicamente que a pesar de todo lo logrado, ellos no eran más que dos criaturas inferiores a ella en este lugar..

En ese momento la voz de Malcolm comienza a escucharse como si fuera parte del ambiente, como si un altavoz gigante de parte del cielo sacara su voz…

“Yo Alfa Líder Malcolm, acepto unirme a ti con la presencia de la Diosa Luna, en presencia de mi manada, te declaro a ti la primera y única luna de la manada Garra Dorada…”

— ¿Lo recuerdas ahora?— cuestionó la Diosa Luna con una voz y petulancia digna de su existencia…

Malcolm apretó las quijadas.

— Yo no lo sabía— declara de forma no tan firme esta vez, sintiéndose completamente descolocado.

— No, las promesas que se hacen en la unión matrimonial