En la fiesta…
Al buscar a Sarah, escuché voces provenientes de unos asientos alejados hacia un jardín de la locación, allí estaban Priscila y una muy tomada Sarah, y fue cuando escuché su confesión:
-Sarah no deberías de tomar tanto, los niños no deben verte en ese estado.
-Priscila amiga mía, si supieras todo lo que guardo en mí, y que ahora mismo siento que se desborda, pues el alcohol me está dando esa valentía que necesito para sacarlo.
-Sabes que muy aparte de ser mi cuñada eres mi amiga, si deseas sacar todo lo que sientes, hazlo yo estoy aquí para escucharte.
-Amiga quiero que sepas que no estoy así por él, por su abandono o por su engaño, sino por el engaño a mi misma que he tenido todos estos años, hay una verdad que he estado ocultando y que para rematar me acabo de enterar la otra parte de la misma.
-No logro entender de que me hablas
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