Valentina quería salir un rato y divertirse. Alessandro que también quería olvidarse de tantas cosas en su mente al menor por unas horas, la invitó a un club nocturno al que solía ir y al que obviamente asistiría con todo su séquito de seguridad. Conocía al dueño, eran viejos amigos, aunque hacía meses que no hablaba con él. La música en el club nocturno envolvía a todos los asistentes con su ritmo vibrante y la energía era casi palpable.
Ambos lucían deslumbrantes; Valentina llevaba un elegante vestido negro que acentuaba su figura, mientras que Alessandro estaba impecable en un traje a medida. La pareja se desplazaba por la pista de baile con gracia, riendo y compartiendo miradas cómplices. La estaban pasando muy bien, y no paraban de reír y bromear. Las luces estroboscópicas del club nocturno parpadeaban al ritmo de la mús