35.
“Ay mi Luz… pues ve, en el corazón no se manda y ya ves que hemos intentado de muchas formas.”
“Ayúdame, sí.” Le dice Carlos en un tono casi suplicante.
“Jajaja, Charlie, pero no hay nada que pueda hacer… lo que se me ocurre es que le pongas una distracción enfrente y a ver.”
Carlos se tensa y pregunta, “¿Cómo así?”
Matilda se encoge de hombros, “Fácil, ponle otro tipo cerca de ella. O sea, no un cualquiera, un pelado que va pasando ahí como si nada…
Pero, que vea que hay alguien que la puede tratar mejor y que es más guapo y atento y todas esas bobadas.”
Carlos lo piensa por un momento, la idea no es mala, la verdad es que puede funcionar y tenía en mente a unos cuantos perfiles que él aprobaría sin duda para su hermana.
Carlos ríe, “¿Ahora son bobadas?”
“Pues, sí.
Ahora es bien fácil que te engañen con cuenticos.”
Carlos coloca su brazo sobre los hombros de Matilda, acercándola a él, “Mi niña, ¿Quién te ha hecho tanto daño?”
Después de tantos años de conocerse, Carlos tiene un cariñ