Pero creo que he demostrado que voy en serio, pero tampoco puedo culparla, no soy de fiar.
– Tienes razón – susurro, ella me ve un momento y sonríe
– lo sé – pongo los ojos en blanco
– pero la única forma que tienes de saber si soy sincero es arriesgándote – digo con una media sonrisa en los labios que ella imita – arriesgándonos – aclaro – no soy el único que dijo que iba a jugar, nada me garantiza que al final después que estés segura de que lo que digo en cierto, me expongas y me des una patada por el culo y me rompas la vida, como venganza en nombre de todas esas chicas que dices que ocupan mi lista – eleva una de sus cejas y comenta divertida
– ¿y quién dice que esto es una especie de venganza feminista? Solo quiero darte una lección cachorro, no siempre se gana en la vida y tú estás acost