—¿Lo que tanto veo en ti? — preguntó la chica en un dulce tono de voz —honestamente, lo que más veo es ese enorme moco que está a punto de salir por tu nariz — dijo de manera seria en el tono natural de su voz. Debido a las palabras de Roksana, Nathan se separó de ella rápidamente y comenzó a limpiar su nariz, eso hasta que su cerebro pareció trabajar una vez más y reconoció que no se trataba de la voz de Verónica.
—Dime… ¿Quién eres? — preguntó poniéndose en posición para luchar. —Espera… ¿Roksana? ¡¿Cómo lograste entrar?! — cuestionó bastante molesto, hizo una pequeña rabieta como si se tratara de un niño chiquito.
—Ya lo sabes…