Sentía como mi cabeza palpitaba.
Me quejé un poco había un sonido extraño que hacía que la cabeza me doliera aún más.
Dónde estoy?
Abrí los ojos lentamente y me di cuenta que estaba en el hospital, las paredes eran totalmente blancas y a mi lado estaba la máquina que era la que hacía aquel ruido.
Los recuerdos comenzaron a llegar a mi mente.
Daiana y yo habíamos tenido un accidente habíamos quedado atrapada en el auto una gandola nos llevó por el frente porque los frenos no servían.
Que me Maximiliano
Un hombre estuvo junto a mí hasta que me quedé inconsciente.
Mi bebé...
Mi corazón comenzó latía aún más rápido y aquella maquinita comenzó a sonar muy fuerte y rápido, las puertas de la habitación se abrieron de forma apresurada y un doctor junto a dos enfermeras entraron.
— Lara debes calmarte— fue lo primero que me dijo el doctor al verme despierta.
— mi bebé Está bien?—pregunté pero él no respondió—dígame!! mi bebé está bien!!—esta vez grité con miedo a que me dijiste que no.
—