Se acerca a mi y me pega a la pared.
—Haz lo que te pedí —dice mirándome a los ojos.
—Se dice por favor —digo sosteniendo su mirada.
—No me da la gana.
—Pues no haré nada.
—Te estás jugando con fuego, niña —dice poniendo mis manos sobre mi cabeza.
Observo el chupetón de ayer y río.
—Menuda marca la que te he dejado.
—Me la vas a pagar —dice soltando mi mano y rompiendo los botones de mi camisa.
Mete su cara en mi