”El nombre de mi media hermana es Neah Kitson. Ella es la alfa de los licántropos”, murmuro mientras miro las llamas naranjas.

“¿Qué?”.

“Es la verdad. Tenemos el mismo padre. De hecho, si nos vieras, pensarías que somos gemelas. No lo somos, tenemos diferentes madres”.

“¿Por qué esperaste hasta ahora para decirme esto?”.

“¿Habría cambiado algo?”.

Ella me sonríe. “Sí, te habría ayudado a buscarla. Ella puede detener a Cooper”.

Niego con la cabeza. Ir a buscarla no era una opción. Ella me mataría y no podría siquiera defenderme.

“Traté de arruinarla”, suelto.

En la prisión en la que me mantenía Cooper, no tuve más que tiempo para pensar en cada pequeño movimiento que había hecho. Al principio culpé a Jenson, luego a mí misma por haberme involucrado con él. Y en vez de dejarlo libre, lo había hecho sufrir cada vez que fallaba en algo con la esperanza de que mejorara hasta llegar a mi nivel. Me había enamorado de él, pero cada vez que discutíamos, él la mencionaba para compararnos.