Después de decir eso, Charlie añadió: “Por cierto, también llamaré a Poter Waldron, el amo de Diez Mil Ejércitos, para que venga ahora”.
Sayid exclamó: “Señor Wade, ¿conoces a Poter Waldron?”.
Charlie dijo: “Hace poco lo conocí después de esta situación. Por lo tanto, me gustaría mediar entre ustedes para llegar a una solución que sea beneficiosa para ambas partes. ¿Qué opinas?”.
“¡No hay problema!”. Sayid accedió sin dudarlo.
Para él, estos prisioneros de guerra eran muy complicados y ahora daban mucho trabajo.
Si continuaba reteniéndolos de esta manera, no se sabría cuánto tendría que seguir gastando el gobierno en ellos.
Sin embargo, si los dejaban ir y eran expulsados del país, este asunto terminaría aún peor.
Por lo tanto, Sayid tenía prisa por resolver este asunto ahora.
***
Temprano a la mañana siguiente, Charlie se excusó y salió de casa solo.
Después de tomar un coche al aeropuerto, Charlie abordó el Concorde para dirigirse directo al Líbano.
Charlie se reunió con P