“¿Basura?”

Después de escuchar esas palabras, el rostro de Charlie se iluminó con una sonrisa juguetona.

Parecía ser que este Sr. Yamamoto era demasiado arrogante. Puede que haya sobrestimado su propia fuerza. Un discípulo externo corriente como él, incluso con entrenamiento físico de primer nivel, no sería capaz de vencer a Charlie.

Estaba bien que no le gustará Charlie debido a la diferencia de opinión, pero esperar que él ni siquiera tuviera espíritu deportivo era bastante desconcertante.

Para ponerle sal a la herida, incluso sacó a relucir el hecho de que las personas oskianas eran propensas a la debilidad. Eso realmente hizo la sangre de Charlie hervir. Por lo tanto, Charlie sonrió y respondió. “Ya que estás dispuesto a apostar, Sr. Yamamoto, ¿por qué no aumentamos la apuesta?”.

El Sr. Yamamoto resopló: “¡Claro! No importa la apuesta, seguiré el juego hasta el final”.

Para el Sr. Yamamoto, no importaba cuán fuerte Charlie pudiera parecer, él no tenía ninguna posibilidad de d