Ella sabía que tras la explosión de cuando el Señor Chardon detonó su glándula pineal significaba que tanto él como Charlie estaban muertos ahora. Esto le presentaba la oportunidad perfecta para que ella desapareciera sin dejar rastro. A estas alturas, no tenía ningún deseo de regresar a la Sociedad Eliminatoria Qing o continuar sirviendo al Señor Británico. A sus ojos, esta persona era extremadamente aterradora, y permanecer a su lado probablemente la llevaría a un fin que podría ser peor que el destino del Señor Chardon.

En lugar de eso, ella consideró que sería mejor aprovechar la oportunidad de desaparecer del mundo. Después de recuperarse de sus heridas, podría encontrar un lugar adecuado para vivir recluida y aprovechar al máximo los dos años restantes de su vida. Para ella, vivir libremente por dos años sería mucho mejor que vivir otros doscientos años con el Señor Británico.

Con este pensamiento en mente, soportó el intenso dolor y continuó arrastrándose laboriosamente hacia