1 año después...
Cierro los ojos mientras siento como una venda cubre mis ojos y ahora solo puedo sentir la tela suave y de color negro que bloquea mi vista; me quedo en mi lugar sin mover tan solo un dedo, el miedo ha desaparecido y la confianza reaparece cuando no tengo necesidad de volver a nombrar a alguien para saber si se encuentra conmigo.
El silencio invade toda la habitación y soy capaz de alojar mis pensamientos en lo más profundo de mi mente mientras que dejo que mis sentidos sean los únicos que se apropien de mis movimientos inconscientes.
Un sonido demasiado suave y rápido es contemplado por mi oído, haciendo que pronto me haga a un lado y mi cuerpo empiece a ponerse en una postura defensiva. De nuevo me muevo hacia un lado al haber sentido una pequeña ventisca de aire rozar mis brazos, pronto doy unos pasos hacia atrás en saltos y bloqueo un ataque que ejerció mucha fuerza al golpear el suelo y estar retumbar un sonido como si se hubiera llegado a romper la madera.
—Conc