- Jared -
Al salir del restaurante a eso de las 9:30, subimos al auto para dirigirnos al departamento, Violeta se ve algo nerviosa desde que le recordé lo de la apuesta y aunque yo trato de disimularlo, estoy igual o incluso peor que ella. No sé qué vaya a pasar cuando estemos encerrados entre cuatro paredes toda la noche y en la misma cama, sé que no voy a obligarla a hacer algo que no quiera, el problema es que si, sí quiere, no podré controlarme y si después se arrepiente, no habrá forma de cambiarlo.
Cuando llegamos al edificio, nos encaminamos al elevador en silencio.
- ¿Has notado que siempre nos quedamos callados en el elevador? - pregunto en un intento de hacer conversación
"No bueno, qué forma tan inteligente de hace