Mario se sintió abrumado al ver esta información. Nunca imaginó que su hermana, quien parecía tan frágil e indefensa frente a él, pudiera ser tan despiadada a sus espaldas.
— ¿Cómo es posible? Natalia es muy bondadosa, ella no haría estas cosas. Debe haber algún malentendido.
Santiago le arrojó otro informe médico sobre el escritorio.
— Y mira bien esto — le dijo —. El hijo que lleva en su vientre es de Luis. Ellos dos han estado conspirando juntos para engañarme. Ahora Luis ha desaparecido, y seguramente ella tiene algo que ver con eso.
Mario abrió los ojos como platos, incapaz de creer lo que escuchaba.
Inicialmente, Natalia había dicho que Luis intentó propasarse con ella y que actuó en defensa propia. Sin embargo, ahora estaba escuchando una versión completamente distinta, y le resultaba imposible aceptarla.
— Si te atreves a seguir encubriéndola después de todas sus fechorías, no me culpes por lo que pueda pasar — advirtió Santiago.
Mario sintió que las fuerzas lo abandonaban. Se