Julia se había casado con Santiago llevando un plan, pero también porque realmente amaba a ese hombre.
Cuatro años de amor no correspondido durante la universidad sin lograr captar su atención, y finalmente tuvo que recurrir a este método para casarse con él.
Después de la boda, Santiago se mostró frío con ella. Excepto por su entusiasmo en la cama, apenas se comunicaba con ella.
A pesar de todo, Julia se esforzaba por ser una buena esposa, complaciéndolo en todo, desempeñando el papel de buena nuera con sus suegros. Todo con la esperanza de que algún día Santiago viera sus cualidades y cambiara su actitud hacia ella.
Ahora por fin comprendía que el corazón de ese hombre era imposible de calentar, lo que la llevó a tomar la decisión de divorciarse.
¿Quién iba a imaginar que justo ahora descubriría su embarazo? Había deseado tanto tener un hijo suyo.
¡Y ahora llegaba en el peor momento posible!
—Vamos, Julia, necesitas controlarte. Hablaremos cuando lleguemos a casa —dijo Emma.
Gracias