~ Sylvester ~

Por fin había llegado el día de la audiencia de Larry. Suponía que iba a ser algo corto, pero teníamos que estar preparados para cualquier sorpresa.

Observé a Tamia de pie frente al espejo en el vestidor, admirando su broche, era uno de los muchos accesorios decorativos que le habían dado para usar en su papel oficial como Reina.

Ya no sería una invitada en el Salón del Rey, ahora sería reconocida como la Reina, así que la miré con orgullo. Habíamos recorrido un largo camino y aún teníamos mucho por delante, poner fin al plan de Larry fue solo un pequeño paso, pero teníamos derecho a respirar y celebrar.

Me acerqué a ella y la abracé por detrás. Luego, toqué suavemente su vientre, y le di un beso. El vestido corto y fluido que llevaba la cubría por completo. Cerró los ojos, suspiro y sonrió. Pude ver que estaba genuinamente feliz y eso era todo lo que siempre había querido. Se dio la vuelta y nos besamos apasionadamente. Al separarnos, me sonrió.

"Hoy es el día en que po