Wyot ya había aprendido a aceptar el destino. Sin embargo, eso no significaba que hubiera olvidado lo que había sucedido. Había reprimido su ira en lo más profundo de su corazón. Estaba furioso porque Hetsema había llevado a Yemima al Trigésimo Tercer Cielo del Universo Humano y lo había expuesto todo ante la enorme multitud de potencias.
Wyot miró a Yemima y su rostro se ensombreció. Se volvió hacia James, que estaba en el podio, apretó los puños y comenzó a acercarse lentamente.
James también miró fijamente a Wyot.
Wyot se detuvo ante él y dijo: "Debemos resolver este asunto, James. Aunque los Endlos están en paz, los Destrucción y los humanos han estado en conflicto durante incontables años. Resolvámoslo hoy, de una vez por todas".
"¿Cómo vamos a resolverlo?", preguntó James mirando a Wyot.
Wyot respondió: "O vives tú o vivo yo".
James frunció el ceño. No le gustaba cómo habían salido las cosas. Siempre había querido darle un título a Yemima. Al fin y al cabo, tenían un hijo juntos.